Relación entre patrón alimentario y nivel socio-educativo familiar en el alumnado de la Universidad de Murcia

Abstract

Introducción: Los hábitos de vida están influidos por condicionantes sociales. La elección de un determinado alimento se realiza en base a factores socioculturales y económicos. Por ello, las estrategias alimentarias deben ser diseñadas con perspectiva de promoción de la salud y de equidad. Las universidades, dada su amplia capacidad de influir en los comportamientos de la comunidad universitaria, son un entorno ideal para aprender y consolidar estilos de vida saludables. En el marco del Proyecto de Universidad Saludable de la Universidad de Murcia, se pretende analizar la relación entre patrón alimentario y nivel socio-educativo familiar de los estudiantes. Material y método: Estudio analítico transversal mediante encuesta autocumplimentada y anónima a una muestra representativa del alumnado de la Universidad de Murcia (n= 946). Se examina la relación entre frecuencia de consumo de alimentos y factores sociodemográficos (sexo, nivel de estudios, situación laboral parental y dinero disponible) a través del test Ji-cuadrado con el paquete estadístico SPSS 19.0. Resultados: La mujeres diariamente consumen más pasteles/bollería (9,9%; p=0.016) y verduras (54,5%; p=0.001). Además, el alumnado cuyas madres tienen estudios universitarios (9,7%; p=0.033) y no trabajan (10,6%; p=0.019) toma menos bollería. Es más habitual el consumo de comida rápida cuando ambos progenitores trabajan (16,5%; p=0.009) y menos en los estudiantes que disponen de más de 900€/mes (7,4%; p=0.039), quienes toman más a menudo frutas (68%; p=0.015) y verduras (66,7%; p=0.049). Conclusiones: Hay relación entre ciertas variables sociodemográficas y el patrón alimentario del alumnado: a) consumos diferentes según sexo; b) consumo de bollería relacionado con el nivel educativo materno; c) estilo alimentario condicionado por la situación laboral parental; y d) tipo de alimentación influido por el nivel adquisitivo. Las universidades deben fomentar estrategias de promoción de salud y de alimentación saludable, con inclusión de la perspectiva de equidad en todas las acciones.