Consumo, uso y disfrute cultural
Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem:
http://hdl.handle.net/10045/16549
Título: | Consumo, uso y disfrute cultural |
---|---|
Autor/es: | Rodríguez-Ferrándiz, Raúl |
Grupo/s de investigación o GITE: | Industrias Culturales Hoy: Producción, Difusión, Gestión y Consumo de Productos Culturales en la Era de la Información (IICCXXI) |
Centro, Departamento o Servicio: | Universidad de Alicante. Departamento de Comunicación y Psicología Social |
Palabras clave: | Consumo | Cultura | Estudios culturales | Industrias culturales | Arendt, Hannah |
Área/s de conocimiento: | Comunicación Audiovisual y Publicidad |
Fecha de creación: | feb-2008 |
Fecha de publicación: | dic-2008 |
Editor: | PROGRESA, Promotora General de Revistas |
Cita bibliográfica: | RODRÍGUEZ FERRÁNDIZ, Raúl. "Consumo, uso y disfrute cultural". Claves de Razón Práctica. N. 188 (dic. 2008). ISSN 1130-3689, pp. 78-82 |
Resumen: | “Consumo” se diría un término que casa mal con “cultura”: la cultura, al menos en su acepción ilustrada, no parece susceptible de ningún consumo, pues si así fuera demostraría su condición espuria. La cultura se disfruta, se goza, y no se degrada con ese disfrute o goce, porque una de sus propiedades es la perdurabilidad. El consumo, en cambio, sugiere consunción, extinción, tiene un carácter entrópico. Ahora bien, las ideas recibidas tanto de lo que es “consumo” como de lo que es “cultura” no se han mantenido inalterables con el paso del tiempo. En este artículo valoramos precisamente esa evolución de ambos conceptos y de su reunión: primero de la mano de Hannah Arendt –que ilustra el punto de vista de medio siglo atrás- y después a partir de algunos investigadores en Cultural Studies (Roger Silverstone, John Fiske, Daniel Miller) –que argumentan la posibilidad de un “consumo de cultura” productivo. Si es cierto que los productos culturales han devenido mercancías “consumibles”, también lo es que las mercancías en general han sido si queremos “culturalizadas” por el diseño, la publicidad y ese consumo “participante”, bricoleur. Ahora bien, la culturalización del consumo, que lo dignifica, ¿puede resarcirnos del consumo (¿la consumación?) de la cultura? Sólo si postulamos un consumo trascendente, energético, y una cultura no como documento o monumento, sino como proceso o procesamiento, dinámica. |
Patrocinador/es: | Trabajo realizado gracias a un Proyecto de Investigación bianual financiado por la Generalitat Valenciana, del que el autor era Investigador Principal. |
URI: | http://hdl.handle.net/10045/16549 |
ISSN: | 1130-3689 |
Idioma: | spa |
Tipo: | info:eu-repo/semantics/article |
Revisión científica: | si |
Aparece en las colecciones: | INV - IICCXXI - Artículos de Revistas |
Archivos en este ítem:
Archivo | Descripción | Tamaño | Formato | |
---|---|---|---|---|
CLAVES-RRodriguez.pdf | 132,72 kB | Adobe PDF | Abrir Vista previa | |
Todos los documentos en RUA están protegidos por derechos de autor. Algunos derechos reservados.