Pflanzen für unsere Zukunft. Pequeñas historias de especies que se encuentran (fuera del jardín botánico)

Abstract

El estudio de jardines botánicos como dispositivos de producción cultural y política es el punto de partida de este TFM. Mi acercamiento a estos complejos ambientes artificiales y sus tecnologías y, en especial, mi interés por su capacidad de reproducir visiones del mundo natural en las ciudades, así como por su condición de interfaces que operan entre el desarrollo científico y el espacio público dio lugar a las primeras reflexiones y decisiones que han informado y guiado este proyecto. Indagué en sus propias lógicas y particular entendimiento de la vida vegetal tratando de abrir otras perspectivas para un futuro donde sea posible superar la actual incapacidad de la especie humana de asumir la finitud de sus entornos y de repensar las relaciones de interdependencia que sostienen una biosfera al borde del colapso. A partir del análisis de esta tipología arquitectónica, concebida desde ideas y parámetros modernos, y desde el conocimiento situado de un entorno urbano concreto, Basel, sobre el que proyecto mi propia mirada como migrante, propongo una especulación posthumana que se despliega en tres relatos sobre encuentros interespecie en el ecosistema urbano de esta capital suiza. Estas tres pequeñas historias suceden en tres lugares diferentes de la ciudad, tres ámbitos públicos donde trato de observar, descubrir, hacer, excavar, plantar…. En cada uno de estos relatos una especie vegetal concreta es la protagonista. Especies con diferente consideración biológica, cultural y política que permiten abrir la investigación a diferentes niveles: la escala legal y el territorio, la escala arquitectónica y finalmente la escala biopolítica y las especies. Cada una de ellas actúa como un recordatorio de que lo verdaderamente revolucionario puede ser redescubrir la relación que tenemos con la especie que habita justo delante de nosotras. Como protagonistas de cada relato, estas plantas me han permitido mirar y entender la ciudad a través de sus propias vidas. Definen lo público y lo privado, lo central y lo periférico, y nos muestran cómo lo político se vuelve personal. Como explica Rosetta Elkin “a menudo existe un orden entre la naturaleza de la planta misma, la naturaleza del medio ambiente y la naturaleza de la acción humana”. Para producir los relatos que se entrelazan con estas vidas vegetales, las actividades culturales, sociales y políticas que suceden en estos entornos urbanos se abordan a través de dispositivos narrativos que sirven de soporte a estas pequeñas historias, que fortalecen los encuentros y la mirada a la agencia de estas tres especies. El objetivo es imaginar y especular a través de la experiencia, y empezar a preguntarnos cómo crece o avanza la planta en nuestra compañía, en lugar de simplemente reflexionar sobre cómo aparece o qué proporciona. Por recurrir a la expresión de Haraway, pretendo hacer compost para imaginar desde la ciudad de Basilea como nuevo jardín botánico posthumano nuevas formas de hacer botánica decolonial, ya que el disfrute de las plantas como organismos vivos con comportamientos particulares y contextos mutables es el territorio de este proyecto.