Fractales y música

Abstract

La teoría de la geometría fractal llegó para romper paradigmas, para cuestionar lo que hasta ese momento se daba por sentada, fue una revolución intelectual, una bomba cuya onda expansiva no solo afecto a las matemáticas y las ciencias, conjuntamente tuvo un impacto cultural enorme captando las miradas de muchos curiosos, principalmente pintores y artistas visuales atraídos por estas complicadas imágenes y patrones que resultaban extraños y familiares a la vez. Justamente de la exploración y experimentación de dichos patrones surgieron estudios acerca del ruido y por consiguiente de la música. Del mismo modo en el que salían a la luz figuras y curvas creadas por matemáticos desde finales de siglo XIX que cumplían todas las características para poder denominarse fractales, experimentos algorítmicos comenzaron a usarse para crear música también, uniendo de nuevo una brecha que se había perdido hacía tiempo atrás entre la música y las matemáticas y, al mismo tiempo, resultando en nuevas técnicas y herramientas para realizar composiciones. Tal como se estaban revisitando los trabajos de Cantor, Sierpinsky, Julia, entre otros matemáticos que ya estaban estudiando estos, ahora denominados, proto-fractales, se estaban revisando trabajos musicales anteriores en busca de motivos, contornos, fraseos, secciones, melodías y ritmos que de alguna manera se pudieran conectar con esta nueva vertiente de la música que se estaba creando, la música fractal.