Patriarcavirus, feminist dystopias and COVID-19: reflections on the phenomenon of gender pandemics

Abstract

This essay examines contemporary feminist dystopias to study the phenomenon of gender pandemics. Gender pandemic narrative allegorises possible aftermaths of patriarcavirus, unleashing many natural disasters that force global biopolitics to hinder gender equality. The main objective of this essay is to explain how gender pandemics are appropriated in patriarchal utopian discourses as a pretext to control female empowerment, diagnosing women as diseased organisms that risk the state’s well-being. Moreover, the novels explore the interdependence between biology and sociality, portraying the acute vulnerability of female bodies during and after the pandemic conflicts, inasmuch as patriarchal power arranges a hierarchical value system of living that reinforces gender discrimination. Particularly, the COVID-19 emergency is analysed as a gender pandemic: the exacerbated machismo and the growing distress in the female population prove that women are afflicted with a suffocating patriarcavirus, which has critically gagged them in the first year of the pandemic.

Este ensayo revisa la distopía feminista contemporánea para estudiar la pandemia de género. La narrativa de pandemias de género alegoriza el patriarcavirus y sus secuelas, desencadenando múltiples desastres naturales que torpedean la igualdad de género en la biopolítica global. Como principal objetivo analizaremos la apropiación de la pandemia en el discurso utópico patriarcal para frenar el empoderamiento femenino, que será patologizado como altamente peligroso para el bienestar del Estado. Las novelas exploran así la interdependencia entre biología y socialidad, a través de la vulnerabilidad del cuerpo femenino durante y después de conflictos pandémicos, ya que el patriarcado opera juicios de valor sobre la vida jerárquicamente, reforzando la discriminación por género. En particular, la emergencia de la COVID-19 se analiza como pandemia de género: el machismo exacerbado y la creciente ansiedad de la población femenina son prueba de un patriarcavirus sofocante que las ha amordazado gravemente en el primer año de pandemia.